Condenan a un profesor de Alicante por pegar accidentalmente un arponazo a un alumno

  • El profesor de Educación Física daba clases a alumnos de 4º de la ESO de entre 14 y 15 años

  • El docente sacó a los estudiantes del centro para enseñarles la pesca que había realizado y fue al manipular el arpón cuando se disparó accidentalmente

  • El juez considera irresponsable que el profesor pidiera a los alumnos que mintieran sobre lo sucedido y que llevara al herido al hospital en su propio vehículo

Un profesor de Educación Física del IES Llopis Marí (Cullera, Valencia) ha sido condenado a una multa de 6 meses con cuota diaria de 10 euros por haber pegado accidentalmente un arponazo a un alumno en la pierna. El acusado deberá también indemnizar a la víctima con 3.000 euros por las lesiones y secuelas causadas, aunque no será inhabilitado como pedía la familia del estudiante herido que ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.

Para el juez, ha quedado claro que el profesor actuó con grave imprudencia cuando el 7 de octubre de 2020 a las 12 del mediodía sacó al exterior del centro sin justificación a un grupo de alumnos de entre 14 y 15 años de 4º de la ESO para enseñarles lo que había pescado.

El juez considera irresponsable que el profesor trasladara al estudiante herido con el arpón en su propio vehículo hasta un centro sanitario

Fue en ese momento cuando se le disparó el arpón (modelo Cresi Sioux I de 50 cm) impactando en la ingle derecha de un alumno causándole importantes lesiones que requirieron dos grapas para saturarlas y ocasionándole 40 días de perjuicio básico, 5 de perjuicio moderado y 1 punto de secuela derivada del estrés post traumático leve, según informa El Periódico de España.

Para el juez queda demostrado la imprudencia en el comportamiento del profesor que pidió a los alumnos que mintieran sobre lo sucedido y, sobre todo, porque saltándose los protocolos del centro trasladó al alumno herido en su propio vehículo sin dar aviso a los servicios de emergencias. También le recrimina en la sentencia que dejara solos al resto de estudiantes en el aula sin avisar a ningun docente de guardia.

Solo cuando se descubrió lo ocurrido, el profesor condenado pidió perdón y reconoció los hechos.