La exmujer de Dani Alves defiende al futbolista de la acusación de violación: "Sabemos que es inocente"

El futbolista brasileño Dani Alves continúa en prisión acusado de agredir sexualmente a una joven en una discoteca de Barcelona. Su defensa sigue manteniendo que es inocente y su círculo más cercano ha mostrado su apoyo al jugador, manteniendo siempre también la postura de la inocencia.

Entre sus defensores se encuentra su exmujer, Dinorah Santana, que ha visitado al futbolista en la prisión de Brians II en la que se encuentra. A la salida de la visita, la mujer aseguró que Alves es inocente y que no le han preguntado por sus diferentes versiones de lo ocurrido ya que confían en él: "No le he preguntado por las versiones porque sabemos que es inocente. No hay cuestionamientos en cuanto a esto".

"Yo y sus hijos creemos en su inocencia", explica su exmujer

"Sí, yo y sus hijos creemos en su inocencia", explicó Santana, según recogen medios como Sport. La mujer también aprovechó la ocasión para confirmar que el futbolista se encuentra bien "está fuerte, está aguantando bien".

La visita a su exmarido se ha basado básicamente en hablar de sus hijos y de su educación, según narraba ella misma: "Es complicada la situación para ellos. También hay que tener en cuenta que Dani tiene familia e hijos y muchas veces no todo lo que se dice es verdad, y eso pesa mucho en la vida de los niños".

El juicio de Dani Alves será este año

El juicio contra el exjugador del FC Barcelona se celebrará este mismo año. La Audiencia de Barcelona aseguró que la investigación de la presunta violación en la discoteca Sutton de Barcelona está a punto de terminar y algunas fuentes destacan que "la instrucción está prácticamente finalizada".

En cuanto a la pena de cárcel a la que se enfrenta, la Fiscalía ha indicado que se le acusa de "un delito de agresión sexual con penetración -artículo 179 del Código Penal- que tiene prevista una pena de entre cuatro y 12 años de prisión". No obstante, se tendrá en cuenta el presunto abuso de autoridad de haber forzado a la víctima, por lo que se enfrentaría a entre ocho y 10 años de cárcel.