Incertidumbre y preocupación entre los 1500 vecinos desalojados por el incendio de Castellón

El incendio forestal que desde el jueves afecta al interior de la provincia de Castellón sigue sin estar controlado y se teme que el viento actúe en contra de su extinción. 1500 personas de ocho municipios y pedanías --Los Calpes; Fuente la Reina; Los Cantos-La Monzona; Puebla de Arenoso; Montanejos; Arañuel; Montán y Villanueva de Viver-- han pasado la segunda noche fuera de sus hogares. Son horas de mucha incertidumbre y de temor ante la posibilidad de perderlo todo.

“Estamos siendo testigos de la incertidumbre y de la preocupación porque no saben cuándo van a regresar a sus viviendas ni tampoco con lo que se encontrarán al llegar allí”, ha informado Paula Hernandez para ‘Informativos Telecinco’ desde el camping de Navajas, donde se alojan 70 de esos vecinos.

1500 desalojados

“Teniendo en cuenta la situación actual del incendio, todo parece apuntar a que hoy tampoco regresarán a sus residencias. Como ellos, 1500 desalojados en total, donde su mayor deseo es regresar cuanto antes a sus hogares y que sus paisajes se tiñan de negro lo menos posible”, ha indicado.

La cercanía del fuego de Villanueva de Viver obligó a desalojarles y a que abandonaran sus casas casi con lo puesto. “De repente vienen por la tarde la Guardia Civil por todo el pueblo: ‘corran, corran’ bajen ustedes, que nos tenemos que marchar”, recuerda una de ellos; mientras que otro asegura que “en un momento dado, se presentó el fuego encima de las casas prácticamente”. “Me vine hasta sin el cargador del móvil”, expresa otra vecina.

Los desalojados temen los daños del fuego

La Cruz Roja ha habilitado dos albergues en el polideportivo municipal de Segorbe y en Onda, para dar cobijo a unos cientos de evacuados. “Cubrimos todas sus necesidades: comida, cena, nevera… proporcionamos kit de ropa, kit de higiene…”, explica Elisabeth Millán, directora de Emergencias de la Cruz Roja de Castellón.

“No nos podemos quejar, la gente se está portando fantástico”, expresa una vecina, que agradece el trato recibido en esta situación de emergencia.

La mayoría duermen en casas de familiares y amigos y no volverán a sus casas hasta que la situación se normalice. El principal temor ahora es enfrentarse a los estragos que ha causado el fuego en los idílicos entornos naturales que rodean sus pueblos. “Nos vamos a encontrar con una desolación tremenda. Ese es el sentimiento, de pena”, expresa un vecino.