Una pareja española, hermanos y con dos hijos en común, pretende que se cambie la ley para poder casarse

  • Ana y Daniel, una pareja española de hermanos y con dos hijos en común, sueñan algún día con poder casarse

  • El Código Civil prohíbe el matrimonio entre parientes directos, aunque el incesto no es delito desde 1978

  • Ana, abandonada de niña por su padre, logró encontrar, cuando tenía 20 años, a Daniel a través de Facebook

Ana y Daniel Parra son una pareja española que lleva ya 9 años de relación sentimental. Tienen dos pequeños en común. Ahora, esperan y desean que el Gobierno español pueda modificar algún día la ley que les prohíbe casarse. El inconveniente para contraer matrimonio es que comparten padre, es decir, son hermanos.

Según explicó Ana al medio argentino 'Infobae', su progenitor la abandonó cuando era una niña y lo único que supo de él fue que había comenzado una nueva vida con otra familia. Por ello, cuando tenía 20 años, decidió buscar a su hermano a través de Facebook. Por otra parte, una mujer descubrió justo instantes antes de dar el 'sí, quiero' que su prometido aún es amamantado por su madre.

Ana y Daniel, felices, han formado una familia

La joven, en abril de 2006, encontró a Daniel, que entonces tenía 17 años, con quien pronto comenzó a salir. Y es que su conexión era evidente. Ambos disfrutaban de conciertos, de cenas y de fiestas. Hasta tal punto, que incluso decidieron mudarse juntos para compartir gastos. A pesar de que algunas personas les criticaron, ellos optaron por hacer oídos sordos.

Fue un comienzo difícil puesto que, reconocen, sentían una gran culpa por sus sentimientos. Sin embargo, según recoge el diario 'La República', el apoyo de sus amigos, quienes fueron testigos del amor que nació entre ellos, les permitió sentir que podían comenzar una relación y, por qué no, formar una familia. De hecho, tras su primer beso, intentaron en varias ocasiones distanciarse, pero no lo lograron.

Antes de tener un hijo, Ana y Daniel decidieron pasar por una serie de exámenes médicos ya que compartir genes aumenta en un 4% la probabilidad de transmitir una enfermedad recesiva. Para tranquilidad de ambos, ninguno portaba algún mal hereditario. Unos diez meses más tarde, la pareja le dio la bienvenida a su primera hija. El segundo llegaría dos años después.

Los menores acuden a un colegio donde encuentran todo tipo de familias. De acuerdo con la pareja, inscribir a sus hijos no significó ningún problema legal, por lo que les parece incongruente que el Código Civil prohíba el enlace entre parientes directos, pese a que el incesto no se considera como delito desde el año 1978.

"No estamos promoviendo el incesto y nada de esas cosas que nos han dicho. No queremos hacer una reivindicación de eso, no es lo que hemos querido hacer nunca. Esta es solo nuestra vida", recalcaron.