¿Qué pruebas hay contra David Knezevich, el marido de la mujer desaparecida en el barrio de Salamanca?

David Knezevich, el marido de Ana María Knezevich Henao, la mujer colombo-estadounidense que desapareció en el barrio de Salamanca de Madrid el pasado mes de febrero, compareció el lunes en un tribunal del Distrito Sur del estado de Florida tras ser detenido dos días antes en el Aeropuerto Internacional de Miami, en Florida (EEUU), por su presunta relación con el caso.

En el marco de la investigación en la que las autoridades estadounidenses han colaborado estrechamente con la Policía Nacional, así como con la Agregaduría de Interior de Belgrado, el FBI de Florida, y la Policía de Colombia, se han recabado pruebas contra David Knezevich que han permitido su detención a su llegada a Florida desde Belgrado.

Estas pruebas, entre otras cosas, le sitúan en Madrid el 2 de febrero, cuando se perdió la pista de Ana María Knezevich Henao. Hasta ahora, el abogado de David Knezevich, Ken Padowitz, había defendido que su cliente estaba en Belgrado (Serbia), su ciudad natal. Pero, ¿qué se sabe hasta ahora del caso y cuáles son las pruebas hay contra David Knezevich?

A Ana María Knezevich Henao se le pierde la pista el pasado 2 de febrero de 2024. La mujer, de 40 años de edad, vivía de alquiler en Madrid desde diciembre, en un piso en el barrio de Salamanca. Se estaba divorciando de su marido tras 13 años de matrimonio y trataba de iniciar una nueva vida en la capital, donde ya había hecho algunos amigos.

Los allegados de Ana María catalogan ese proceso de separación como muy duro: un médico llegó a recetarle pastillas para la depresión. Según detalló el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills, en declaraciones a EFE, económicamente había un gran desacuerdo: el reparto de la empresa tecnológica que ambos poseían en Florida y gracias a la cual habían adquirido varias propiedades. Ana María optaba por una división equitativa, mientras que él pretendía llevarse un 75 por ciento de la compañía. A sí las cosas, y mientras Ana María se encontraba en Madrid, David Knezevich habría comenzado a vender en Serbia buena parte del patrimonio compartido, según pudo saber la familia de ella.

La noche del 2 de febrero, alguien acudió al piso que Ana María Knezevick tenía alquilado en la calle Francisco Silvela de Madrid y se la llevó por la fuerza, según las hipótesis de los investigadores. El piso estaba algo revuelto, pero la puerta no había sido forzada. Horas antes, había hablado por teléfono con una amiga suya y le había dicho que no le apetecía salir y que ya estaba en la cama.

Al día siguiente, según pudo saber ‘Informativos Telecinco’, dos de sus amigas recibieron unos mensajes desde el móvil de Ana María. Una de ellas, que vive en Suecia, lo recibió en inglés: "I met someone wonderfull! He has a summer house about two hours from Madrid. We are going there now and I will spend a few days there. Signal is spotty. I'll call you when I get back".

Paralelamente, otra amiga recibió el mismo mensaje, pero en español: "Conocí a una persona muy chévere. Tiene una casa de recreo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. Aunque apenas hay señal. Te marco cuando vuelva".

Ninguna de ellas cree que estos mensajes los escribiese Ana María. No era su forma de escribir y, además, no volvió a hacerlo. Así las cosas, la segunda de sus amigas, preocupada, fue hasta su casa y habló con los vecinos. No la habían visto, pero la comunicaron que alguien había pintado de negro las cámaras del edificio y del telefonillo.

Por todo ello, acudió a la Policía, que valoró que la puerta estaba bloqueada, "lo que significaba que estaba fuera". Ella insistió a los bomberos. "Entraron por la parte de fuera del edificio, revisaron y confirmaron que ahí no había nadie. Notaron un poco de desorden, un desorden aparentemente normal. También se encontraron una nota que le dejé yo misma por debajo de la puerta pidiéndole que se comunicase conmigo", contó a ‘Informativos Telecinco’.

El lunes, esa misma amiga se desplazó hasta la estación de Atocha a las 11:03, porque había quedado con Ana María en viajar a Barcelona. "Me presenté allí porque yo qué sé, quizás aparecía y me decía que había pasado un fin de semana superloco", pero no lo hizo. 

La Policía Nacional y el FBI comenzaron la investigación y el caso pasó de juzgado número 51 de Madrid a un juzgado de Violencia sobre la Mujer, lo que significa que vieron indicios de que una alguien de su entorno fuese sospechoso.

En un primer momento, Ken Padowitz manifestó en varios medios estadounidenses que su cliente se encontraba en Serbia cuando Ana María desapareció y que estaba colaborando en todo lo posible. Si no viaja a España es porque desconoce el idioma y no tiene ni familia ni amigos allí, justificó.

Sin embargo, poco después se conoció que se habría negado a someterse a la prueba del polígrafo, que está admitida en algunos estados como el de Florida, pero el sospechoso se tiene que someter voluntariamente a ello.

En el marco de la investigación, las autoridades encontraron que David Knezevich no había volado desde Serbia a Madrid. Sin embargo, este podría haberlo hecho por carretera y así lo constaron. El hombre cruzó media Europa utilizando varios coches de alquiler. De hecho, una cámara le habría captado en Francia, según revela 'El Periódico de España'.

Pero esta no es la única prueba que tienen contra el marido de la desaparecida. En las grabaciones en las que se ve como alguien rocía con spray las cámaras del telefonillo de la vivienda de Ana María Knezevich han podido identificar un tatuaje en una muñeca que se corresponde al mismo que tiene David Knezevich. Y, esas mismas cámaras, que no quedaron cegadas por completo, le grabaron saliendo del bloque con una maleta el día de la desaparición de su esposa.

Además, la Policía Nacional habría visionado las imágenes grabadas por una tienda a la que el acusado habría ido a comprar el spray con el que pintó las cámaras del portal.

Por todo ello, tal y como confirmó la Policía Nacional, el hombre fue detenido el sábado en cuanto aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Miami, en Florida (EEUU) y ha comparecido en un tribunal del Distrito Sur del estado.

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