Javier Rueda reivindica la importancia de los bares ante la despoblación de los pueblos: "Cuando el último cierra, es la condena"
Javier Rueda pide una ley de casas públicas rurales para salvar esos lugares de encuentro de los ciudadanos, en peligro por la despoblación
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España es el país del mundo con más bares tradicionales y restaurantes por persona, con uno por cada 175 habitantes. Y de todos los municipios destaca Sallent de Gállego, en la provincia de Huesca, gracias a su potencial turístico. Informan en el vídeo Ángeles Jiménez, Hildegard Romero y Yolanda Bernardo.
La taberna de Isidro, en la localidad pontevedresa de Vigo, enganchó a algunos hace 30 años, "un local pequeñito" en el que "vecinos y amigos" comparten buenos ratos como si de una verdadera "familia" se tratase, explican los clientes.
Los bares, últimos salvavidas de los pueblos
Sin embargo, esos lugares de reunión, de mantener conversaciones amenas y de socializar con otros ciudadanos comienzan a perder cierta esencia, sobre todo en las grandes ciudades.
Así lo advierte Javier Rueda en su ensayo 'Utopías de barra de bar', donde analiza cómo está la situación, de la que no escapa la cervecería de José Manuel Seoane. "Tenemos pocos parroquianos", afirma, subrayando que "todo lo que hay es extranjero".
De este modo, crecen los negocios que buscan, por encima de todo, una rentabilidad. "Facturar mucho en el menor tiempo posible" es el objetivo de los mismos, según apunta el divulgador gastronómico Juan Antonio Aguayo.
Rueda destaca que se opta por prohibir o evitar que personas solas puedan consumir porque "están ocupando un espacio que puede ocupar más gente". Y se van apagando esos bares donde, más que un camarero, hay un psicólogo detrás de la barra.
Ese establecimiento que siempre fue una señal de vida, principalmente en la España vaciada. "Cuando el último bar del pueblo cierra, parece que es la última cosa que puede cerrar antes de que se condene a su final", asegura Rueda.
Por eso, propone la ley de casas públicas rurales, que proteja el bar como espacio de encuentro, donde igual se consume un café que se organiza un club de lectura.