Una de las playas más bonitas de Mallorca, al borde del colapso por la masificación turística

Una de las playas más bonitas de Mallorca, al borde del colapso por la masificación turística
Una de las playas más bonitas de Mallorca, al borde del colapso por la masificación turística. Telecinco
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Lo que fue durante años un rincón paradisíaco escondido en Mallorca se ha convertido en un hervidero turístico. El Caló des Moro, una cala mallorquina de aguas turquesas y arena blanca, está sufriendo las consecuencias de su popularidad en redes sociales. Aunque su capacidad natural ronda las 100 personas, en la actualidad se calcula que llegan a visitarla hasta 4.000 personas al día.

La inteligencia artificial no duda en posicionarla como “la playa más bonita de Mallorca”, pero la realidad dista mucho de esa imagen idílica. "Era una playa muy bonita, el camino un poco complicado de llegar", comenta una visitante. Y es que para alcanzar este enclave escondido es necesario caminar unos 40 minutos por un sendero irregular. "La verdad es que el camino es un poco complicado, me he resbalado como 3 o 4 veces", añade otra turista, visiblemente cansada tras la caminata.

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Ni un hueco para poner la toalla

El esfuerzo, sin embargo, no siempre se ve recompensado. Al llegar, muchos se encuentran con una playa completamente abarrotada y con atascos incluso para entrar. “No hay ningún sitio para plantar el culo, pero bueno, al agua”, dice un bañista entre risas. Otro visitante lo resume gráficamente: “Me he asomado por aquí y lo primero que pensaba es: ¿dónde pongo la toalla?.

Las colas para acceder y salir del lugar se han vuelto parte de la experiencia. “Desde aquí arriba se ve complicado. Mira la cola que hay. Y abajo ya está lleno. O sea que difícil, seguramente cambiemos de sitio”, cuenta un turista ante la aglomeración.

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Con apenas 20 metros de longitud, la sobrecarga de visitantes ha convertido este paraíso natural en un espacio imposible. La falta de control y la masificación son ya evidentes para muchos de los que visitan el lugar. Algunos veraneantes coinciden en que la cala ha alcanzado un punto crítico de saturación.