Así se cultiva el lúpulo en España, uno de los ingredientes fundamentales de la cerveza y su sabor amargo
En la comarca de El Órbigo, en León, se cultiva el 91 % del lúpulo nacional
Cultivar lúpulo hidropónico para salvar la cerveza del cambio climático, el sueño de cuatro amigos madrileños
El lúpulo es un ingrediente esencial para la elaboración de la cerveza, ya que aporta el característico sabor amargo que define esta bebida. Sin esta planta trepadora, sería difícil imaginar una cerveza con su sabor tradicional. En España, la producción de lúpulo se concentra principalmente en la comarca de El Órbigo, en León, donde se cultiva el 91% del lúpulo nacional. Esta región es clave para la industria cervecera española, que utiliza un 90% de materia prima local, incluyendo agua, malta de cebada y lúpulo.
España es el segundo país productor de lúpulo en la Unión Europea y el sexto a nivel europeo, lo que refleja su relevancia en el mercado cervecero. El cultivo de lúpulo comenzó hace aproximadamente cien años en el país y desde entonces ha sido fundamental para sostener la producción cervecera nacional, que se beneficia de ingredientes autóctonos de alta calidad.
Falta de relevo generacional en las explotaciones
Sin embargo, a pesar de su importancia, la rentabilidad del cultivo ha disminuido en los últimos años debido al aumento de los costes de producción. Las 250 familias que se dedican a este cultivo enfrentan incertidumbres, especialmente por la falta de relevo generacional. Muchos jóvenes no muestran interés en continuar con esta labor, lo que pone en riesgo la continuidad de esta tradición agrícola. No obstante, hay casos como el de Diego, un joven de 14 años que desea dedicarse al cultivo del lúpulo, lo que representa una esperanza para el futuro del sector.
Además, el cultivo del lúpulo se enfrenta a un problema añadido derivado del cambio climático. Los expertos alertan de que al aumento del calor y las sequías más frecuentes derivadas del cambio climático podrían provocar una reducción del 4 al 18 % en el rendimiento del lúpulo aromático tradicional de aquí a 2050.
Sostienen que las temperaturas cada vez más altas y las sequías más frecuentes han hecho más imprevisibles las cosechas de lúpulo, reduciéndolas y, más preocupante aún, aminorando la calidad de los ácidos alfa de sus resinas y aceites, tan cruciales para el sabor y el carácter de las distintas cervezas.
Tanto los agricultores como los fabricantes de cerveza coinciden en que la inestabilidad de los patrones del clima han impactado en el cultivo de lúpulo.