Las exmonjas de Belorado, sorprendidas por el nuevo registro de la Guardia Civil: "Hemos de ser muy peligrosas"

Las exmonjas de Belorado relatan el momento en el que la comitiva judicial y la Guardia Civil han entrado al convento
Orden judicial para trasladar al hospital a las monjas ancianas de Belorado ante su delicado estado de salud
La Guardia Civil ha entrado de nuevo al convento de las exmonjas de Belorado para llevarse al hospital a las cinco religiosas de mayor edad. Una decisión que ha tomado el juez y que no ha gustado a las otras monjas de clausura. Los agentes se las han llevado para hacerles una valoración médica, ya que tras el último registro de noviembre consideraron que podrían necesitar ayuda, según informa Coral Aja.
Debido a su estado de salud, su edad y su vulnerabilidad, la jueza ha determinado que ninguna de ellas podrá continuar en este monasterio de Orduña y serán reubicadas en otros.
"No nos han dejado en ningún momento acompañarlas", lamenta sor Isabel
Desde el convento de Orduña, las propias exmonjas cismáticas de Belorado relatan el momento en el que la comitiva judicial y la Guardia Civil han entrado al convento: "Hemos de ser unas monjas muy peligrosas para que tengamos la casa llena de guardias civiles".
"No nos han dejado en ningún momento acompañarlas", lamenta sor Isabel. Hace apenas un mes, las exclarisas impidieron durante el registro del convento que se las llevaran. Esta vez, los agentes han logrado sacarlas en ambulancias y tras examinarlas.
La jueza dictaminó que estaban en una situación de insalubridad
La jueza ha dictaminado que no volverán a este convento. "Con esta acción de hoy, llevándoselas, les meten una puñalada tremenda al doctor Mojas", señala Enrique García de Viedma, abogado de las exmonjas de Belorado. Según la magistrada, se encontraban en una situación de insalubridad para su avanzada edad.
La decisión no ha gustado entre las hermanas, quienes no han tardado en volver a publicar vídeos en los que enseñan las habitaciones donde dormían estas monjas. Pero la realidad habría sido distinta, ya que en un informe de la Guardia Civil constaban unas condiciones deplorables.
