Sobre las 09,30 horas de la mañana, varios trabajadores del cementerio de Olot han comenzado a picar la piedra de los nichos en los que reposaban los restos mortales de Rosa B. Y Francisca M., las dos primeras víctimas del celador, según confesó él mismo ante el juez el pasado martes, 30 de noviembre.
Para evitar las miradas de los periodistas y de los curiosos, los trabajadores del cementerio han colocado sendas vallas que han impedido la visibilidad completa de los trabajos de exhumación.
Sobre estas exhumaciones, el abogado defensor de Vila, Carles Monguilod, ha dicho, en declaraciones a Efe, que "se trata de la diligencia lógica a la vista de la confesión de los asesinatos por parte de Joan Vila el pasado 30 de noviembre".
Según el auto judicial al que ha tenido acceso Efe, el juez ha ordenado exhumar los cadáveres y trasladarlos al Instituto de Medicina Legal de Girona, donde se les practicará la autopsia y se extraerán muestras para su análisis, tal y como sucedió con los cadáveres de otros ocho ancianos el pasado 22 de noviembre.