Los Mossos d'squadra piden colaboración ciudadana para dar con los cuatro jóvenes que se llevaron un cristo de madera de la capilla de un pueblo de Barcelona. La policía autonómica recuerda que no se trata de una gamberrada sino de un delito.
Abren la puerta, y uno a uno entran los cuatro jóvenes en la capilla. Alguno, incluso, medio desnudo. Uno de ellos se acerca directamente al altar y coge la talla del cristo, juega con ella, la zarandea, y sin pensarlo dos veces se dirige hacia la puerta. Sus amigos lo siguen, incluida una de las chicas, que coge una vela antes de huir de la ermita.
Unas imágenes que han indignado a los vecinos: ‘’ es una falta de respeto para los vecinos de aquí que se dedican a cuidar ‘’. Ángel abre las puertas de esta capilla cada mañana y nunca le ha pasado nada parecido: ’’se habían llevado las velas o las cerilla, pero no esperaba yo esto’’.
Es una talla de madera, del siglo diecinueve, valorada en unos cuatro mil euros pero es lo de menos porque el valor es más emocional que económico, para sus vecinos. Esperan volver a verlo en el altar: ‘’esto siempre está abierto, que entren en un momento y la dejen en su sitio’’.
Por todo esto, difunden las imágenes que captó una cámara durante el altercado. El robo se produjo sobre las diez de la mañana, el pasado lunes veinticuatro de Junio; coincidiendo con Sant Joan.