Adelgazar rápido y en poco tiempo provoca graves riesgos para la salud

  • Perder peso es una de las grandes obsesiones de la sociedad

  • Las "dietas milagro" pueden provocar riesgos para la salud

Todo el mundo sabe que adelgazar no es una tarea fácil. Existen numerosas "dietas milagro" que acaban teniendo graves consecuencias para la salud, por ello es importante seguir una serie de precauciones cuando te enfrentas a un proceso de bajada de peso. La paciencia es vital para que el cuerpo vaya poco a poco acostumbrándose a este nuevo modo de vida y manteniendo un equilibrio que sea saludable para el organismo.

Uno de los principales problemas se encuentra en que mucha gente desea no solo adelgazar, sino hacerlo de la manera más rápida posible, pero hay que advertir que esto puede ser perjudicial para el organismo, según publican páginas de salud.

Si, a pesar de las advertencias, prefieres bajar de peso de forma rápida y sin control, aquí están algunas de las consecuencias que tu organismo puede sufrir:

  1. Deshidratación. Muchas de las dietas milagro se basan en la pérdida de líquidos o deshidratación para crear una falsa sensación de pérdida de peso. El agua es un elemento vital para nosotros: la mayor parte de la sangre se compone de agua, y por lo tanto, si hay deshidratación, esta se espesará y será más fácil que sucedan problemas de circulación. Además, la deshidratación provoca una bajada de rendimiento que conlleva al siguiente apartado: la fatiga.
  2. Fatiga crónica. Sus síntomas son el cansancio a niveles extremos. Es la respuesta del organismo ante una restricción de los nutrientes de forma anormal que está afectando al sistema nervioso. Ante esta situación, el cuerpo trata de ahorrar energía, lo que se traduce en una sensación de cansancio.
  3. Problemas intestinales. Estreñimiento, diarrea, náuseas o dolor abdominal. Como el intestino está acostumbrado a las cantidades de alimentos, cuando hay menos comida para pasar o menos grasas y aceites para lubricar el conducto, se disminuye la cantidad de salivación que ayudaría a estimular el intestino para una digestión suave.
  4. Dolores de cabeza y cambios de humor. Provocados por un déficit calórico prolongado que cambia tu metabolismo. Tu cuerpo comienza a oxidar las grasas e incluso a descomponer los músculos para convertir estas fuentes de energía en una forma de energía utilizable.
  5. Aparición de lesiones. Este tipo de dietas suelen estar acompañadas por un ejercicio excesivo, lo que puede provocar una pérdida de músculo que protege los huesos y articulaciones. Además los propios huesos también pueden verse afectados, volviéndose más débiles por la falta de nutrientes, y aumentando con ello la posibilidad de que se pueda sufrir una fractura.
  6. El efecto rebote. Al someter a tu cuerpo a esa exigencia, cuando se abandona la dieta se suele producir el temido "efecto yo-yo": lo más probable es que se recupere el peso perdido de una manera muy rápida.
  7. Trastornos en la alimentación. Es uno de los riesgos más importantes, la obsesión por perder peso de forma rápida se puede traducir en trastornos como la bulimia o la anorexia.