Alejandra, la 'Ana Julia' de Elda, acusada de matar al hijo de su pareja por celos, asegura que fue un accidente

  • Alejandra será juzgada por 6 hombres y 3 mujeres del jurado popular

  • La acusación particular y la fiscalía piden prisión permanente revisable

  • La fiscal asegura que la acusada "no podía soportar al menor"

La mujer de 33 años juzgada por estrangular en su casa de Elda (Alicante) al hijo de acogida de su pareja, Dominique, de 8 años y con autismo, ha sostenido que fue un accidente doméstico al atragantarse con jamón, y ha añadido que después simuló un robo porque temía "fallar y perder" a su novio.

Así lo ha asegurado Alejandra G.P. a preguntas de la fiscal y de su abogada en la primera de las seis sesiones previstas del juicio ante los 6 hombres y 3 mujeres del jurado popular en la Audiencia Provincial de Alicante, donde la acusación particular de la madre de acogida y la fiscalía piden prisión permanente revisable.

La acusada, que en el momento del crimen estaba embarazada, es sorda pero desconoce la lengua de signos, por lo que ha estado asistida en todo momento por una logopeda que le ha hecho de traductora. Además, el tribunal ha puesto a su disposición un monitor donde, a partir de un sistema de estenotipia, leía en tiempo real todo lo que se ha hablado en la sala de vistas.

A través de los sonidos que emitía y que eran traducidos por la logopeda, Alejandra ha sostenido que la víctima, Dominique, tenía el día de autos, el 30 de agosto de 2017, hambre y que ella le pidió que esperara para comer porque se iba a meter en la ducha, a pesar de lo cual le sacó lonchas de jamón de york.

Y ha añadido que el niño estaba jugando, se quitó la ropa y que entonces se produjo "una situación inexplicable" con un "movimiento muy raro" del pequeño que le pareció que se estaba "ahogando" a causa del jamón, ante lo cual le intentó meter la mano en la boca para sacarle la comida.

"Nos caímos al suelo" antes de que le intentara agarrarle la cara, sin que el pequeño Dominique "reaccionara".

En ese momento, ha relatado, sabía que había hecho "algo un poco mal" y le intentó practicar las maniobras de reanimación "boca a boca" (en ese momento ha dicho que el niño aún se movía), al tiempo que a Dominique le salía espuma de la boca.

Alejandra G.P. ha insistido en que se sentía "bloqueada" y en que no podía reaccionar ni concentrarse, y ha agregado que tenía "miedo de fallar" al padre de acogida y al mismo tiempo su pareja porque sabía que ella tenía la responsabilidad del cuidado y temía "perderle".

Todo ello hizo que intentara simular un robo y que para ello y con la ayuda de unas tijeras rasgara tanto su ropa (camiseta y sujetador) como la del menor, y que lanzara objetos del salón al suelo, y también que llegara a autolesionarse.

Ha dicho que la relación con Dominique era la normal, aunque en ocasiones hubiera riñas y gritos, como ocurre en todas las familias, y ha repetido, a preguntas de su letrada, que se arrepiente de haber mentido simulando el robo y de haberlo ocultado durante varios meses, hasta que fue detenida por la Policía Nacional.

El relato de la acusada ha chocado con la tesis de la fiscal, que en base a los indicios ha concluido que Alejandra G.P. "no podía soportar al menor", que éste le molestaba y que, contra él usaba argumentos como que le molestaba o que era muy bruto.

La representante del ministerio público ha expuesto en su informe inicial que aprovechó que se hallaba sola con el pequeño para desarrollar el plan de asesinarle y también que, sin improvisar, ejecutó esa idea preconcebida simulando que dos desconocidos habían entrado en la casa para robar y que intentaron abusar sexualmente de ambos.

Los hechos sucedieron cuando el menor Dominique compartía unos días junto a su padre de acogida, en función del régimen de visitas acordados por la Generalitat entre el padre y su exmujer.

La fiscalía considera a Alejandra G.P. responsable de un delito de asesinato y otro de simulación del delito y, junto a la prisión permanente revisable, pide que indemnice a los dos padres de acogida con 5.000 euros cada uno en concepto de daños morales