Veintitrés años de la tragedia del camping 'Las Nieves' en Biescas (Huescas)

  • El último cadáver fue localizado un año después

Hace 23 años, un siete de agosto como hoy, una riada arrasó el camping 'Las Nieves' en la localidad oscense de Biescas. El área de acampada había sido instalada en pleno cono de deyección de un barranco que desaguaba en el río Gállego. Las intensas lluvias de esos días arrasaron el camping cobrándose la vida de 87 personas y dejando heridas a otras 187. Se encontraron cadáveres a 15 kilómetros del lugar de la tragedia flotando en las aguas de una presa. La justicia condenó al Estado y a la Diputación General de Aragón como responsables de la tragedia.

Aquella tarde, se originó una "tormenta persistente, con alto nivel de precipitación" en la cuenca del río Arás, "que dio lugar a una riada" que destruyó la mayoría de las presas de contención, dos puentes e incrementó la anchura y profundidad del barranco o torrente de Arás, señalaba la sentencia de la Audiencia Nacional. El caudal torrencial arrastró lodo, rocas y arrancó árboles, por lo que a causa del arrastre masivo de todo ese material sufrió una obstrucción que motivó que la riada se dirigiera hacia su parte derecha, donde estaba situado el camping.

La cantidad media de lluvia caída entre 7 y el 8 de agosto de 1996 en la cuenca de Arás fue de 185 litros por metro cuadrado, "una cantidad extraordinaria pero no totalmente insólita en el Pirineo, zona en la que a veces se han producido lluvias de intensidad similar por ser lugar de alta montaña y en la que está situada la citada cuenca del río Arás", relató la Audiencia.

En "Las Nieves" se encontraban alojadas personas de varias comunidades autónomas, como Aragón, Navarra, Cataluña, Valencia, País Vasco, Cantabria, Castilla-León, Andalucía, Madrid, y de países como Francia y Holanda. Los habitantes de esta localidad dieron un gran ejemplo de solidaridad que no olvidan los afectados.

La zona de acampada quedó totalmente destrozada, y durante semanas, los equipos de rescate estuvieron rastreando la zona para recuperar cuerpos de las víctimas. Una año después de la riada aparecía el cadáver de un niño, la víctima número 87.