Paso a paso y voladura a voladura. La que manda es la montaña y en este caso la dureza de la montaña. La Guardia Civil ha dado la última hora del rescate en el que "se ha producido una tercera microvoladura para seguir avanzando". No se descarta que se tengan que llevar a cabo más. De hecho, "el helicóptero de la Guardia Civil ha partido a Sevilla para contar con más explosivo".
El proceso es el siguiente: Los mineros realizan los agujeros necesarios, suben a superficie, bajan los especialistas de la Guardia Civil, colocan los explosivos, suben arriba y detonan la carga. "El proceso dura hora y media, y después se necesita otra media hora para introducir aire y evacuar el contaminado", ha añadido Jorge Martín, que señala que después de cada voladura por lo tanto se puede llegar a perder en el camino dos horas.
El tiempo de espera es necesario por motivos de seguridad, ya que después de la microvoladura controlada por los Tedax, se debe esperar un tiempo para evitar posibles desprendimientos y también para oxigenar de nuevo el aire. La seguridad de los mineros también es uno de los objetivos además de la de Julen. Lo que se están encontrando los mineros es un terreno lo suficientemente duro para tener que usar estas microexplociones.
En cuanto al explosivo que están utilizando cada tipo de voladura necesita un componente explosivo específico y una carga determinada. La intención es deteriorar la piedra lo suficiente para poder seguir explotando. La realidad es que la montaña sigue tenido atrapado a Julen y parece que se resiste a soltarlo. Siempre se ha dicho que el tiempo sería de 24 horas pero las condiciones parece que se están complicando y hay que tener paciencia. El presidente del Consorcio Provincial de Bomberos, Francisco Delgado Bonilla, ya decía hoy que confiaba que el túnel de acceso a Julen “pueda estar concluido hoy, aunque no hay garantías”. Por eso nadie quiere dar plazos y se pide prudencia “parar no ir contando centímetro a centímetro lo que ha avanzado”.