Parece un sueño o quizás un mal recuerdo de cuando escapó a la gravedad terrestre “dormitando” como recuerda en RT en una de sus declaraciones. Pero lo cierto es que entre sus cometidos estaba el de inspeccionar los océanos y a ello se dedicó con tanto ahínco que casi creyó atisbar el perfil perdido del continente que según Platón fue devorado por el mar.
Ahora, algo más viejo y con la mima lucidez de antaño, Scully-Power sugiere el uso de nanosatélites para rastrear los océanos, un trabajo en el que también se implicarían drones submarinos y toda la ciencia para despejar una de las grandes dudas de la humanidad.
Al fin y al cabo, Scully-Power que es oceanógrafo de profesión, solo intenta combinar sus dos pasiones, el mar y el espacio y convencer al mundo de que la tarea merece la pena.