Hay quien masca chicle y cuando se cansa lo tira sin más y eso, además de ser una “guarrada”, sale muy caro a todos. Se calcula que hay unos 20 por metro cuadrado de acera y retirarlos cuesta miles de euros. Un problema difícil de erradicar aunque ya exista una máquina ‘quitachicles’.
Seguro que reconocen el gesto de quitarse el chicle y tirarlo en cualquier parte, y aunque a muchos les parezca “una guarrada” es muy habitual. Tan solo hay que mirar las aceras de nuestras calles que están repletas de restos de esta gominola elástica.
Las consecuencias son demasiado caras: “Lo tiramos ahora pasa un niño, lo coge…” u otras “veinte mil cosas pueden pasar”. Además, es un material “difícil de quitar”, ya que en muchas ocasiones “se queda el cerco negó, que no se quita” fácilmente. En siete horas íntegras de trabajo apenas se limpian 100 metros cuadrados. “Es algo que debería limpiar el Ayuntamiento porque da una mala estética para la ciudad”, y lo hacen. Los concejos destinan miles de euros en ello.
“Si no encuentra una papelera espero a encontrar un árbol porque sé que en la tierra no se va a pegar”, explica un ciudadano. Pero cabría también recordar que tardan una media de 5 años en descomponerse. Algunos piensan que este comportamiento puede ser porque “no hay suficientes papeleras” en la calle, sin embargo, otros viandantes nos recuerdan que cerca de sus casa tienen zonas donde tirar estos residuos y aun así las aceras están llenas de ellos.
Por eso cada vez son más las localidades que tratan de concienciarnos, porque “la base de la educación de todo el mundo es lo que hay que corregir”. En lugares como Valencia o Getafe las multas pueden ascender hasta los 3 mil euros. Porque conductas así, dejan un mal sabor de boca.