Axel nació prematuramente, cuando su madre estaba embarazada de 29 semanas. Debido a esto, tuvo serios problemas de salud que hicieron peligrar su vida. Los médicos comentaron a sus padres que era complicado que su hijo lograra sobrevivir y le trasladaron al Hospital de Colorado, donde se le realizaron varias cirugías y permaneció ingresado durante un tiempo.
Según explica Adam, su padre, a Khou, "Fue totalmente devastador". El bebé tuvo que ser reanimado varias veces, puesto que su corazón dejó de latir en más de una ocasión. Finalmente, sobrevivió y su estado mejoró considerablemente, pero todavía necesitaba que alguien estuviera con él todo el tiempo.
Melissa y Adam se habían cogido algunos días libres en sus respectivos trabajos, (ella es policía y él dirige su propia empresa), para cuidar del bebé. Sin embargo, cuando regresaron al trabajo, no pudieron soportar el hecho de que su hijo se quedara solo. "Nos rompió el corazón cuando tuvimos que irnos, mi esposa lloró todo el camino a casa", declaró Adam.
La policía de Colorado hizo algo inesperado para ayudar a la familia y es que los oficiales reorganizaron sus turnos y los ajustaron para visitar a Alex y acunarle mientras sus padres estaban trabajando. Los progenitores estuvieron muy agradecidos e incluso algunos policías les habían agradecido que les dejaran acunar a su hijo.
"Recuerdo haber hablado con un oficial que trabajaba para la protección de la infancia. Me dijo que su alma pesaba por las cosas más terribles por su trabajo. Dijo que el club de abrazos podría haber sido bueno para Axel, pero que también le había sanado a él", explicó Adam.
Tras estar cuatro meses y medio ingresado, el niño más abrazado de Colorado pudo volver a casa feliz y completamente sano.