La familia del hombre cuya cabeza apareció en una caja: “Pensábamos que no iba a volver pero no de esa forma”

  • Sospechaban de su pareja: "Sabía más de lo que decía"

  • La acusada supuestamente coció la cabeza para evitar el olor

Los familiares de Jesús María Baranda, el hombre cuya cabeza ha aparecido en una caja, han admitido que contaban con no volver a verlo pero nunca se imaginaron un final tan espantoso. Siempre sospecharon que su pareja, ahora en prisión, “sabía más de los que decía”.

"Pensábamos que no iba a volver... pero no de esa forma”, ha dicho una familiar del hombre cuya cabeza apareció en un caja en casa de una amiga de su pareja, Carmen, ahora en prisión.

"Él era un pedazo de pan. Ha hecho con él lo que le ha dado la gana», ha comentado Begoña Arias, familiar del fallecido al diario El Correo. Desde que él desapareció siempre supieron que Carmen “sabía más de lo que decía”.

La familia está “muy mal”. Solo quieren encontrar el resto del cuerpo y en ello están los investigadores, que tratan de esclarecer a partir de la cabeza cómo murió Jesús María Baranda.

Su pareja contó al juez, que no la creyó, que le dejaron la cabeza en la puerta de su casa y que se la quedó de recuerdo. La cabeza de Jesús María había sido cocida para evitar que oliera y fue envuelta en papel albal.

Cuando su pareja se la dio a su amiga la caja estaba envuelta en papel de regalo. La acusada le explicó a la mujer que eran juguetes sexuales y que no quería que la Guardia Civil los encontrara cuando fuera a su casa a investigar la desaparición.

Fue el olor que empezó a salir de la caja lo que llevó a la mujer a abrirla y descubrir su macabro contenido: una cabeza en descomposición. La vecina de Castro Urdiales tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad.

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