El buen juego de la selección y los éxitos de los equipos de primera han puesto los focos sobre las chicas, hace ya tiempo que cuando llega el verano los campamentos dedicados al fútbol se llenan con futuras promesas masculinas y también femeninas.
Con el balón entre los pies saltan los obstáculos de una sociedad que no ha cambiado del todo :"Tengo amigas que no la dejaban los padres jugar al fútbol", aseguraba una entrenadora de estos campamentos que con optimismo piensa que las cosas pueden cambiar y que ahora "no hay límites" para la mujer en el fútbol.
Sin embargo, cada vez más niñas deciden pasar su verano en campamentos futbolísticos como el de Sevilla, una pasión que durante mucho tiempo parecía estar prohibida. Aunque todavía están en minoría, en un campamento de Vigo no llegan a 10 las niñas que han decidido apuntarse para disfrutar del deporte rey, pero como en las grandes citas...ellas creen en la remontada. No son ellas las afortunadas, sino el fútbol quien debe estar de enhorabuena por tener un futuro por delante al que le espera su mejor jugada.