Torres Baena supuestamente organizó su trama con la ayuda de tres profesores, también imputados: Su novia María José González Peña, Ivonne González Herrera y Juan Luis Benítez Cárdenes. Eran los encargados de ganarse la confianza de los menores. La petición de penas suma más de 621 años de cárcel, de los cuales 303 años se piden para el principal implicado.
Este es considerado el mayor proceso penal por abusos a menores instruido hasta la fecha en España. El juez instructor del caso describió a Torres Baena como un “depredador sexual” y a su organización como una secta.
Durante el juicio, que ha comenzado hoy y que se extenderá hasta el 13 de diciembre, la fiscalía tratará de demostrar que los cuatro acusados abusaron sexualmente durante años de decenas de alumnos de una academia de artes marciales de Gran Canaria llamada Escuela de Kárate Torres Baena.
Eran captados a través de su gimnasio de kárate y, según la fiscalía, les manipulaba con técnicas psicológicas para lograr la sumisión total aprovechándose de su condición de “maestro”. Por ejemplo, una de las víctimas ha declarado que les decía que “para ser campeona de kárate hay que acostarse con la gente, tener sexo es bueno porque crecerás más rápido”. Premiaba a los que accedían y castigaba duramente a los que se negaban
Torres Baena se defiende y alega envidias profesionales de otros karatekas canarios que, señala, pretenden quedarse con su gimnasio y sus alumnos.
La policía ha recibido centenares de llamadas de las supuestas víctimas con declaraciones muy similares. Cuentan que en su chalet de la playa de Vargas se producían los abusos durante supuestas concentraciones. Durante varias generaciones, decenas de niños practicaron sexo según los mandatos de su profesor de kárate.