El suceso ha ocurro en Melbourne, Australia según informa Daily Mail. Los padres lanzaron un llamamiento a través de las redes sociales en el que pedía colaboración a la ciudadanía para recuperar un teléfono móvil que había supuestamente perdido en los baños de un centro comercial.
Una de las llamadas de respuesta a esta petición pública la realizó Siti Nurhidayah Kamal, de 24 años en la que le comunicaba al matrimonio que estaba en posesión del dispositivo móvil y que si querían recuperarlo deberían pagarle casi mil euros, al cambio.
Mientras el matrimonio formado por Jay y Dee Windross luchaba inútilmente por salvar la vida de Amiyah, su bebé de 11 meses, la mujer les presionaba para que aceptasen el chantaje. Según han declarado, ellos se sintieron indignados por el comportamiento de la mujer y por hacerles perder un tiempo precioso para estar acompañando a su hijo en sus últimos minutos de vida.
Kamal y su marido son repartidores de una plataforma de reparto de comida a domicilio han asegurado que ganaban poco dinero por lo que vieron en esta oportunidad una ocasión para incrementar sus ingresos.
Pero el matrimonio Windross les respondió que sus ingresos eran incluso menores y que encima tenían que hacer frente a los cuantiosos gastos hospitalarios derivados de los tratamientos para su bebé.
Por el momento, un juez australiano ha decidido que Kamal siga ingresada en prisión hasta que este martes se vuelva a ver su caso en un juzgado, momento en el que se decidirá su futuro.
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