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El Acuario de Zaragoza ha asistido este domingo al nacimiento de un cocodrilo del Nilo tras 95 días de incubación. Una de las hembras había puesto más de una decena de huevos, de los cuales solo uno ha logrado salir adelante. Los cuidadores del centro han grabado por primera vez el momento en el que la cría rompía el cascarón, y han compartido el vídeo con emoción.
“Este nacimiento es el mejor regalo que podría tener el Acuario de Zaragoza en su décimo tercer aniversario de la apertura en la Expo allá por el 2008”, celebra el acuario en su web.
El pasado mes de marzo, una hembra de cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) hizo una puesta de huevos, que fueron rápidamente recogidos por el Equipo de Biología del Acuario de Zaragoza, para llevarlos a la incubadora y controlar su correcto desarrollo, explican.
El resto de huevos han resultado infértiles o se han roto, por lo que el recién nacido ha sido una noticia doblemente feliz. Para conocer su género, eso sí, habrá que esperar un par de años, al menos. "Su aparato reproductor es interno por lo que habrá que esperar a que sea lo suficientemente grande para que podamos realizar las pruebas pertinentes", ha contado Carlos Vicente, conservador del Acuario de Zaragoza en el 'Heraldo'.
El desarrollo embrionario de esta especie suele durar una media de 90 días, dependiendo de las condiciones ambientales puede variar este tiempo.
El sexo de los huevos está determinada por la temperatura externa, de manera que, en general, temperaturas de 31ºC o inferiores son todo hembras, y temperaturas de entre 31 y 34ºC son machos.
Cuando se acerca el momento de la eclosión (nacimiento de los "bebés" cocodrilos), los huevos empiezan a emitir un sonido peculiar, que alerta a la madre y al resto de hermanos de la cercanía de su nacimiento, explicaban hace unos días los biólogos del acuario. Estos sonidos pueden escucharse en el vídeo que compartieron a través de sus redes sociales.
El cocodrilo del Nilo especie está catalogada por la Lista Roja de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza como de interés menor, y su comercio está regulado por CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
Son oriundos del sur y este de África, y alcanzan la madurez sexual a la edad de 12 a 15 años, cuando la hembra tiene un tamaño de 2,6 metros y el macho de 2,7 a 3,1 metros de longitud, aproximadamente. Aunque pueden llegar a medir cerca de 6 metros.
Se los describe como auténticas bestias, dado su tamaño (son los cocodrilos más grandes de África), y son bastante temidos entre las poblaciones humanas cercanas a su hábitat, que abarca toda la región del África subsahariana, los alrededores de la cuenca del Nilo, y las marismas de agua dulce y manglares de Madagascar. No es de extrañar: en la edad adulta come desde tortugas hasta búfalos o ñus, y cualquier lugareño le resulta igualmente apetecible.
A mediados del siglo pasado estos animales sufrieron un claro declive debido a su carne y sobre todo a su apreciada piel. Actualmente su situación ha mejorado, pero todavía quedan peligros que acechan a estos reptiles, principalmente el conflicto con los humanos por el territorio.