En Málaga y en municipios de la Costa del Sol se evalúan los daños provocados por las fuertes tormentas caídas en la madrugada del sábado, que aún son visibles.
En Campanillas, los daños aún no se han podido cuantificar. Servicios de Emergencias y vecinos trabajan unidos, afanados en limpiar la huella del temporal, que se puede resumir en cómo ha quedado el colegio Francisco Quevedo. El centro está absolutamente destrozado tras el último coletazo de Gloria.
Sus alumnos no podrán asistir mañana y, completamente destrozada ha quedado la vivienda del conserje y su familia, que está ubicada dentro del recinto.
Su hijo recuerda “la casa anegada completamente, los muebles flotando que parecía una película, el hundimiento del Titanic”.
La mujer del conserje recuerda, angustiada, que temió por su vida. “Quiero abrir la puerta y no puedo. Estoy ahogándome”, dijo en una llamada al 112.
Las autoridades tienen claro que hasta dentro de una semana de duro trabajo no se podrá volver a la normalidad, mientras tanto los servicios de Emergencias trabajan sin descanso.