Cometieron delitos de tráfico y ahora se ponen en el papel de las víctimas

  • Condujeron sin carné o borrachos, y ahora se ponen en el papel de las víctimas de un accidente de tráfico

  • La actividad consiste en un simulacro y después un coloquio con personas que sufrieron de alguna manera una muerte en carretera

Cometieron delitos de tráfico y están internados en centros de reinserción. Son menores y se han puesto en el lugar de las víctimas de accidentes en carretera en un simulacro que pretende concienciar del peligro de conducir bajo los efectos del alcohol, entre otras cosas. Una actividad que se realiza tan solo días antes de que se conmemore el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, el 17 de noviembre.

La Asociación Stop Accidentes junto a efectivos de Policía Municipal, Bomberos y SAMUR del Ayuntamiento de Madrid han organizado esta jornada junto a menores de los centros de la Agencia para la Reeducación y Reinserción. Muchos conducían sin carnet porque “como de pequeño he conducido coches, miedo no me daba”, aunque admiten que no lo volverían hacer. En el simulacro han podido sentir en sus carnes ser víctima de un accidente de tráfico, que podrían haber ocasionado ellos con sus imprudencias. Otros condujeron borrachos y admiten que volverían a hacerlo... “lo cogeré cuando me dé la gana, lo que se me pasa por la cabeza lo hago. Hay que vivir la vida, en ese momento no pienso en los demás”.

Tras el simulacro, escuchan testimonios de víctimas reales como Fernando, que tuvo que sufrir cómo su hijo murió con 25 años por haberse quedado dormido al volante. Él pidió ayuda a ‘Stop Accidentes’ y piensa que si su hijo hubiese hecho un curso como el que se ha impartido hoy, “quizás estaría vivo”. David también ha participado en el coloquio. Es bombero y vio el cadáver de su hermano en la carretera… no llevaba puesto el cinturón de seguridad, por lo que “se podía haber evitado”. Aconseja “intentad no pensar en vosotros, si no en la gente que os quiere”.

Una actividad formativa que culmina con un cambio de pensamiento: “no volveré a coger el coche sin carné”, “que me lo piense dos veces antes de coger el coche estando borracho”. Promover pautas adecuadas de educación vial entre los menores puede evitar accidentes de tráfico.