La Casa Real celebraba una tradicional recepción en el Palacio Real a la representación del Congo cuando se produjo la anécdota.
Uno de los representantes congoleños, después de saludar a los reyes y al príncipe Felipe, se disponía a saludar a Doña Letizia, pero en el último instante y cuando ya tenía la mano extendida para el saludo, la retiró para sorpresa de la princesa.
Doña Letizia se mostró perpleja tras el rechazo aunque continuó enseguida con los saludos al resto de diplomáticos.
Tras los hechos, Óscar Matondo, encargado de negocios de la embajada africana, ha explicado que todo se debió a un malentendido. Según ha comentado, la princesa le comentó algo antes del saludo y al no entenderla optó por retirar la mano.
Según se ha sabido, Matondo llegó a España en marzo del año pasado, un intervalo de tiempo insuficiente para aprender español y comunicarse con fluidez.
Por su parte, la Casa Real ha restado importancia al gesto al atribuirlo a los nervios del representante congoleño.