Consejos de limpieza para mantener el cuarto de baño perfecto

  • Mantener limpio el cuarto de baño te será más sencillo siguiendo estos sencillos consejos

Ahora que pasamos más tiempo en casa que nunca, es normal que la limpieza se resienta y que sea necesario dedicarle más horas a mantener todo en su lugar. El cuarto de baño es uno de los espacios donde más puede notarse el cambio: inevitablemente usado por todos los miembros de la familia y destinado a nuestro cuidado personal, la aparición de residuos, el desorden, los restos de productos de higiene o cosméticos... pueden hacer que la limpieza dure muy poco y que tengáis la sensación de pasaros la vida persiguiendo un imposible. La realidad es que no hay fórmulas mágicas, pero sí consejos y trucos de limpieza para el baño que os ayudarán a que la sensación de ‘recién limpiado’ dure más tiempo.

Trucos y consejos para la limpieza del baño

Toma nota de esto pequeños trucos que os ayudarán a que la limpieza del baño dure más tiempo y sea más eficaz:

  • Deshaceros de todo lo inútil y usad (al fin) lo útil. El baño es una de las zonas de la casa en las que más productos a medio usar se acumulan. Tendemos a comprar decenas de cremas, mascarillas, utensilios... y muchas veces los dejamos a medias mientras seguimos comprando. Este es un momento perfecto para deshacerte de todo aquello que no utilicéis, o para rescatar productos que aún sean útiles para darles salida ante de consumir más. Te sorprenderá la cantidad de espacio que puedes ahorrar si haces un uso racional de tu productos de aseo y te comprometes a no comprar (ni usar) más de lo necesario.
  • Limpiad cada envase o utensilio, uno por uno. Hacer una limpieza elemento por elemento aprovechando que vais a reorganizar todo vuestro ‘stock’ os ayudará a mantener el aseo limpio por más tiempo. Es habitual que los envases de estos productos dejen residuos pegajosos o con color en su exterior, lo que hará que se ensucie su lugar de almacenamiento, tus manos al cogerlos... Aprovecha este momento para dejarlos impolutos.
  • Llega el momento del orden. Buscad un modo sencillo de ordenar los productos para que no haya que remover demasiado para dar con ellos. La prioridad, por supuesto, debe ser para lo que más se utilice. De esta forma, evitaréis en mayor medida tener que sacar cosas de su sitio para dar con la que estáis buscando.
  • El orden llama al orden. En criminología, existe una teoría llamada "de las ventanas rotas” que sostiene que mantener los entornos urbanos en buenas condiciones puede provocar una disminución del vandalismo y la reducción de las tasas de criminalidad. Al contrario, las “ventanas rotas” invitan a seguir rompiendo. Lo mismo se aplica a tu casa: si todo alcanza un punto de equilibrio y desaparece el descuido, os será más natural mantener esa tendencia y resultará más doloroso romperla.
  • Introducid reglas y rutinas. Si convives con más personas, el baño es uno de esos espacios en los que se hace imprescindible establecer reglas. Dejar todo en su lugar una vez usado, recoger pelos y demás residuos cuando usemos el lavabo o la ducha, mantener las toallas en su sitio, no dejar ropa tirada...
  • A la hora de limpiar, sed eficientes. Existen productos que funcionan mejor en áreas específicas. Por ejemplo, el bicarbonato mezclado con vinagre o zumo de limón y agua es ideal para las bañeras o platos de ducha, lavabo, etc.; para las juntas de los azulejos (algo que puedes aprovechar para limpiar si tienes más tiempo) existen productos específicos, pero también puedes utilizar lejía con bicarbonato y usar un cepillo; para los azulejos es útil el agua mezclada con vinagre a partes iguales para eliminar hongos y manchas de humedad; para los espejos, mezcla agua, amoniaco y alcohol, o vinagre diluido en agua, y utiliza papel de periódico en lugar de un paño (que dejará fibras...). En el inodoro, es aconsejable usar una esponja metálica y alcohol o vinagre caliente. Por supuesto, también existen productos especializados en este tipo de limpieza.