Cristiano Ronaldo reconoce haber pagado más de 300.000 € a una mujer que le acusó de violación

  • El jugador habría llegado a este acuerdo con Kathryn Mayorga para "alejar el caso del foco mediático"

  • En cualquier caso, no fue como admisión de culpa de los hechos sino para concluir la polémica

  • El tribunal considera que el hecho "no puede ser probado más allá de una duda razonable"

El equipo jurídico que defiende la figura del futbolista Cristiano Ronaldo ha asegurado por primera vez que el portugués habría pagado aproximadamente 339.000 a una mujer que le acusó de violación durante una noche en Las Vegas (EEUU) para mantener la "confidencialidad de su disputa", según la moción presentada. Un acuerdo que fue mantenido por las dos partes para saldar las acusaciones vertidas en 2009 por las que finalmente no ha sido juzgado.

En el escrito difundido el pasado viernes, se admite el pago por parte del actual jugador de la Juventus, pero no como admisión de culpa de los hechos. El acuerdo entre ambas partes tuvo lugar en 2010 y su principal objetivo era "alejar el caso del foco mediático".

Después de haber realizado este presunto pacto, Kathryn Mayorga presentó una demanda en un tribunal estatal estadounidense el pasado año para reclamar aproximadamente 180.000 € más. Algo que el futbolista negó desde el primer momento y por lo que no han trascendido más responsabilidades, ya que el hecho "no se puede probar más allá de una duda razonable", según ha confirmado The Independent.

"Sexo consensuado" en junio de 2009, según los abogados del futbolista

Los abogados de Ronaldo, además, aseguraron que Kathryn y el futbolista mantuvieron "sexo consensuado" en junio de 2009 y que podría tratarse de un intento de extorsión al jugador portugués, según su letrado Peter Christiansen.

Algo que no compartió completamente la abogada Larissa Drohobyczer, en representación de la Sra. Mayorga, pero que afirmó estar "satisfecha" con el resultado obtenido con el fallo de la jueza Jennifer Dorsey en Las Vegas el pasado 2 de agosto que cifró el acuerdo como un "contrato confidencial entre particulares".