El suceso sacudía al barrio de Heatley, en el estado australiano de Queensland, al mediodía: una profesora de 56 años acababa de ser apuñalada en un colegio de la localidad. La agresora había sido una alumna, y tenía tan solo 11 años.
Cuando la policía llegó al centro escolar, los agentes, para su sorpresa, localizaron a “una niña dentro de la escuela armada con un cuchillo”. Fue entonces cuando, –tal como recoge la nota policial–, en repetidas ocasiones la instaron a que dejase el arma blanca, pero ante la negativa de la menor, que hacía caso omiso, acabaron empleando un arma de inmovilización contra ella.
La docente, por su parte, hubo de ser trasladada el ‘Hospital de Townsville’ para ser asistida por “heridas que no amenazan su vida”. La puñalada la alcanzó en la parte posterior del hombro.
Según detalla CNN, la niña, que tendrá que comparecer en un juzgado para menores, ha sido acusada por un delito de posesión de un arma blanca en un colegio; por un delito de intimidación; y por agredir y herir con un arma blanca.