En 2004, 'Cabeza de cerdo' escapó de una redada organizada por la policía española y la rumana. Un chivatazo le alertó y cuando los agentes llegaron a su casa de Boadilla del Monte se había esfumado. Los policías que le persiguieron le llamaban 'el zorro' porque nunca lograban cogerlo. El primer encontronazo de Clamparu con las autoridades españolas se produjo años atrás, cuando fue detenido por una infracción de inmigración y adquirió la obligación de ir a firmar una vez al mes a un juzgado, pero pese a estar registrado y ser sospechoso de trata de blancas, cada vez firmaba en un juzgado distinto y nunca le pillaban. Incluso escapó en los de Madrid con multitud de policías aguardando en la Plaza Castilla porque Clamparu llegó en uno de los diez vehículos que conducían miembros de la banda y la policía no supo a quién seguir en la huida.
Hace una semana fue localizado tras su nombre falso y ayer el equipo de fugitivos que le seguía los pasos lo detuvo cuando circulaba en un vehículo por Madrid. La han llamado operación Nuclear. En Rumanía ya cayó parte de su banda en mayo y allí invertía los millones de euros que ganaba en Italia, que también lo quería ver esposado, y en España, en la Casa de Campo y en la colonia Marconi en Madrid, donde cientos de mujeres traídas de Rumanía, explotadas y atemorizadas, trabajaban para él.
Para la policía española se había convertido en una obsesión y divulgaba su imagen en los videos de los más buscados.