El centro penitenciario Villahierro, en Mansilla de las Mulas, construido en 1999, reúne entre sus paredes la crema y nata de la criminalidad española con presos que se han convertido en casos mediáticos a causa del horror de sus asesinatos.
Juan Carlos Aguilar, el falso monje Shaolín, fue condenado a 38 años de cárcel por el asesinato de dos mujeres en el gimnasio de su propiedad, en Bilbao. El hombre, que será compañero de El Chicle, en la prisión de León, descuartizó y mató a sus víctimas, dos mujeres que ejercían la prostitución.
En otra de las más de 1.000 celdas de la prisión de Mansilla de las Mulas, está encerrado, el parricida de Moraña. David Oubel Renedo degolló a sus dos hijas, de cuatro y nueve años, usando una radial, un asesinato que cometió el 31 de julio de 2015. Este hombre fue el primer condenado a prisión permanente revisable.
Otro de los vecinos de celda, del asesino confeso de Diana Quer es Jaime Giménez Arbe 'El Solitario'. El atracador de bancos comenzó siendo un personaje grotesco que se disfrazaba para realizar sus fechorías que terminaron con una pena de 19 años de cárcel por el atraco el 10 de mayo del año 2000 a una sucursal bancaria en La Vall d’Uixó.
En la cárcel, también residen otros condenados que desfilaron por las pantallas de los informativos, como la expolicía Raquel Gago, condenada a 14 años de prisión por complicidad en el asesinato de la dirigente del PP Isabel Carrasco,