La nota media de la prueba de acceso a la universidad y la de los dos años de bachillerato es el número que condiciona el futuro de muchos jóvenes. Solo aquellos estudiantes con las notas más altas tienen la casi certeza de estudiar lo que quieren.
En la Universidad de Sevilla, este año, solo el 66,10% de los estudiantes de nuevo ingreso han logrado plaza en la carrera que solicitaban como primera opción, es decir, casi el 34% de los nuevos universitarios no podrá estudiar lo que quiere.
A estas cifras hay que sumarles las de la Universidad Pablo de Olavide, también en la capital andaluza donde, según recoge ABC, han logrado entrar en la primera opción elegida un 75 por ciento lo que supone que hay un 25 por ciento que tampoco lo ha logrado.
Ambos porcentajes suponen que cerca de 5.000 estudiantes en Sevilla no podrán estudiar la carrera que desean y tendrán que conformarse con otras de sus opciones. Aunque el Distrito Único Andaluz, hace hasta cuatro adjudicaciones, las notas de corte que salen a la primera sólo suelen bajar unas pocas décimas.
Sin embargo, esto no es algo nuevo, sino que ocurre todos los años. Muchos de los estudiantes se matriculan en algunas de las titulaciones para las que si tienen nota, otros deciden acceder a una universidad privada o marcharse de Sevilla y los más persistentes vuelven a preparar la prueba de acceso a la universidad para el años siguiente.
La causa principal de esta situación es la alta demanda por parte de los estudiantes de determinadas titulaciones frente a las pocas plazas ofertadas. Entre las carreras más demandadas se encuentran el doble grado de Física y Matemáticas que solo ofrece 20 plazas en Sevilla , el de Biomedicina 50 y Medicina 291. En cuanto a la doble de Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte solo tiene 11 plazas y en Ingenería Aeroespacial son 130 plazas.