El detenido en Tui guardaba en el almacén clandestino los cohetes que, por ley, no podía tener en su fábrica

Malena Guerra 24/05/2018 22:05

Este es Francisco González Lameiro, el dueño de los cohetes y decenas de kilos de material pirotécnico que explotó. La Guardia Civil le detuvo horas después del desastre. La razón, almacenar semejante material ilegalmente junto a viviendas incumpliendo cualquier normativa. El presidente de la Xunta se preguntaba esta mañana cómo es posible que existiera ese depósito fuera de cualquier control.

Según fuentes de la Guardia Civil, el detenido guardaba en ese almacén clandestino los cohetes sobrantes; los cohetes que, por ley, no podía acumular en la fábrica, para presuntamente después venderlos en el mercado negro.

Se llevó decenas de kilos de material a esa nave sin control ni medidas de seguridad. Quizá ante la inminente ejecución de la sentencia urbanística que le iba a inhabilitar los depósitos que utilizaba antes. Es lo que dicen algunos vecinos que creen que se llevó los explosivos al perder la licencia urbanística de su empresa, Pirotecnia Gallega, a 4 kilómetros de distancia y que había funcionado durante 4 décadas.

Fue este vecino quien lo denunció. El alemán, como le conocen en el pueblo, tenía miedo. Había habido dos accidentes graves. En uno murió una trabajadora, y hubo muchos heridos. En 2015 el vecino consiguió que el Ayuntamiento retirara la licencia porque unas casetas de la fábrica estaban demasiado pegadas a las casas. Hubo sentencia pero siguió la actividad pirotécnica porque la licencia de Industria no la había perdido. El presidente de la Xunta ha conseguido confirmar que el detenido estaba intentando aumentar el perímetro de seguridad, comprando tierras colindantes. Así trataba de regularizar su empresa desde el punto de vista urbanístico. La Guardia Civil asegura que no había perdido la licencia de actividad de Industria y, de hecho, la última inspección se había hecho el año pasado. La incógnita que sigue en el aire es por qué en las últimas semanas trasladó todos los cohetes y material explosivo al garaje de la vivienda de su familiar, poniendo en peligro a todo el pueblo.

Ese garaje estaba fuera del control porque era ilegal y nadie sabía de su existencia. Algunos vecinos veían movimientos pero desconocían el lugar donde estaba almacenando. Las inspecciones son periódicas pero aleatorias. Las instalaciones deben situarse dentro de un recinto vallado cuya localización deberá cumplir las distancias determinadas en la ITC número 9, de la normativa específica para elementos pirotécnicos. Además deben llevar un registro y mensualmente, los responsables de los registros, deberán presentarlos para su supervisión en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil que por demarcación corresponda, por cualquier medio, incluidos los electrónicos.

Interior, Industria, Delegación del Gobierno, la Xunta y la Guardia Civil buscaban esta mañana explicación en sus archivos para dar una versión coherente. De momento, el detenido sigue en dependencias de la Guardia Civil mientras se buscan respuestas y causas, y a la espera de declarar ante el juez, lo que ocurrirá este viernes a partir de las 10 de la mañana.

La Xunta de Galicia ha anunciado que ha encargado Delegación del Gobierno la revisión “pormenorizada” de todos los depósitos pirotécnicos, fábricas, y almacenes de explosivos.