Le llamaban “Tino”. Guardia civil retirado al que echaron de menos en el entierro de un amigo. La rambla que intentaba cruzar estaba precintada por precaución. “Este señor quiso pasar y al agua se lo llevó. Entendemos que salió del coche y apareció a unos 180 metros más debajo de la corriente”, nos cuenta Óscar Martínez, alcalde de Enguera. También fallecía en Xátiva un indigente que vivía en esta cueva, donde todavía vemos flotar sus pertenencias. Emergencias pudo rescatarlo, pero después moría en el hospital por hipotermia. Las tragedias personales unidas al peligro del desbordamiento del Júcar aumentaron por la noche el temor de los vecinos de Alzira. El temporal deja además innumerables destrozos en los campos. Con buena parte de la cosecha de cítricos anegada, los agricultores calculan unos 170 millones de euros en pérdidas.