Liu Dunhe, que vive solo en un pequeño pueblo en la provincia de Anhui, China, ha contado a los medios cómo se cortó los pies con un vidrio.
El hombre sufrió congelación de ambos pies el pasado invierno, después de trabajar descalzo en las labores en su granja. Sin embargo, no prestó atención a la enfermedad y en pocos días sus pies se inflamaron, su piel comenzó a pudrirse y el dolor era insoportable.