Un delfín adopta a otro huérfano de otra especie distinta y lo cría junto a sus hijos

  • Según el equipo de investigadores, el animal se ha integrado "bien" en su comunidad adoptiva donde salta y se socializa con el conjunto

  • El cuidado de los delfines bebés se extiende hasta los seis años de edad por parte de los progenitores

  • La cría podría pertenecer a la familia de cetáceos 'Peponocephala electra', apodado también 'cabeza de melón' por su fisionomía circular

Un grupo de investigadores del Groupe d'Étude des Mammifères Marins (GEMM) ha indicado que por primera vez en "más de tres años" un delfín de nariz botella (Tursiops truncatus), familia caracterizada por su flexibilidad y atención hacía sus crías, se ha hecho cargo de animal huérfano proveniente de otra especie en Rangiroa (Polinesia Francesa), según ha confirmado Science Alert.

De esta manera, se ha observado como una hembra delfín cuidaba de un delfín bebé proveniente de la tipología 'Peponocephala electra', apodado también 'cabeza de melón' por su fisionomía, como si fuera otro de sus hijos biológicos. Algo que la investigadora principal Pamela Carzon ha calificado como "sorprendente".

Una actividad de crianza que en el caso de los delfines, según el equipo científico, se extiende hasta los seis años de edad por lo que adoptar a otra cría supone "una restricción masiva tanto para la madre como para su descendencia biológica real", han indicado.

Algo que no ha sido del todo "inusual" al ser justificada en parte de los expertos, ya que los delfines nariz de botella a veces "secuestran" becerros de otra especie. Pero estas crías extraviadas generalmente son adoptadas por mujeres que no podían criar las suyas, y tienden a desaparecer poco después, añaden.

Doce meses después continúan unidos

La investigación que fue examinada en un plazo de tiempo prolongado comprobó que un año después "la cría se alimentaba de su madre adoptiva y nadaba en una posición infantil típica debajo de ella". Lo que es más, en múltiples ocasiones, "la cría intrusa empujaba a su hermano delfín lejos del vientre de su propia madre", indicaba Carzon.

Según afirman, el animal marino "se ha integrado bien en su comunidad adoptiva, y adopta un comportamiento consistente" con los de su grupo adoptivo: surfea y salta con los delfines nariz de botella, se socializa con machos y hembras nariz de botella jóvenes, y parece que comunicarse con otros miembros de la comunidad ", concluye la principal investigadora.