El pasado 24 de junio una pareja halló lo que parecían huesos en la fosa de las niñas de Alcàsser, asesinadas en 1992. Inicialmente se planteó que los restos hallados fueran de algún animal pero en la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML) han confirmado que se trata de cuatro falanges humanas. No obstante, no han podido determinar la edad ni el sexo que aquella persona porque son restos muy pequeños.
Vicente, un vecino de la localidad valenciana de Piles, salió con su pareja el lugar donde Miriam, Toñi y Desirée, las niñas de Alcàsser, fueron violadas y asesinadas. Allí encontraron unos pequeños huesos. El primero, cuenta el diario Las Provincias, estaba a simple vista. Para hallar los otros tres tuvo que remover un poco la tierra con un palo. Lo envolvieron y lo llevaron a la Guardia Civil de Oliva.
En la comandancia, antes de mandarlos al laboratorio de criminalística de la Comandancia de Valencia y al Instituto de Medicina Legal, hicieron las primeras pesquisas. Inicialmente se pensó que se trataría de restos óseas de alguna alimaña.
Sin embargo, Vicente decidió ponerse en contacto con el antropólogo forense Francisco Etxeberria, quien sabía, gracias a la prensa, que había encontrado poco antes en la zona un diente. Conocía también que fue este prestigioso antropólogo quien logró resolver el caso de los niños de Córdoba.
Etxeberria no había logrado determinar a quién pertenecía el diente pero estaba convencido de que era de una de las niñas de Alcàsser. Vicente explica que el antropólogo le contestó que “eran cuatro falanges humanas sin duda alguna” y le dijo que hablara con la Guardia Civil y guardara las fotos que le había enviado, según recoge el citado diario.
La teoría de Etxeberría se confirmó por el antropólogo forense Manuel Polo, encargado del caso en el Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML). Polo, no ha podido, en cambio determinar la edad ni el sexo. El siguiente paso consiste en informar del hallazgo al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alzira, encargado del caso de las niñas de Alcàsser, que decidirá si trasladarlo a un laboratorio de ADN para cotejarlo.