El fuego mantiene en vilo a los residentes de Llutxent, Valencia, donde el fuego ha obligado a evacuar ya a 2.500 personas. Lo primordial es controlar los dos focos activos para impedir que siga creciendo la cifra de 1.300 hectáreas calcinadas, sin embargo las circunstancias ambientales y el entorno no lo ponen nada fácil a los operarios que se coordinan para combatir las llamas: hay desniveles del 40% y a algunas zonas es imposible llegar a pie. Además, el viento sopla con fuerza; “con una vilurencia tremenda. Con una carga de combustible tremenda”, como indica José María Ángel, director de Emergencias de la Generalitat Valenciana.

Más de 21 medios por aire y más de 600 efectivos por tierra luchan cara a cara contra un incendio que puede convertirse en el peor del año en España. Las labores por intentar controlarlo proseguirán durante la noche.

Mientras, los vecinos, lamentan la situación y expresan su tristeza al ver como el paisaje verde de los alrededores ahora ha sido sumido en un tono gris.