Ingrid Visser, la jugadora de vóley asesinada, estaba embarazada de tres meses

MALENA GUERRA / SOFÍA MUÑÓZ 28/05/2013 11:20

Un abogado amigo de la pareja les recogió en Murcia y les llevó a Molina de Segura. En una casa rural alquilada para la reunión esperaba Juan Cuenca exdirectivo del club de voleibol en el que Ingrid había sido jugadora. No estaba solo, le acompañaban dos sicarios rumanos Constantin Stan y Valentin Ion.

Según los investigadores los dos sicarios golpearon hasta la muerte a Ingrid y a Lodewijk. Después sus cuerpos fueron desmembrados con una radial. Los rumanos transportaron los restos hasta la finca de Alquerías donde los sepultaron a un metro y medio de profundidad.

El primer interrogado por el equipo de especialistas de la UDEV fue el abogado “amigo” de la pareja que los llevó a la muerte. La policía lo descubrió rastreando el ordenador de Ingrid. Ella le había pedido una cita antes de viajar a Murcia. El misterioso letrado confirmó la citá y colaboró con la policía al confesar que fue él quien llevó a la pareja hasta Molina de Segura. Cuando los agentes de la UDEV y de Cientíifica llegaron a Molina, la casa rural parecía limpia y recogida. Tras horas de inspección ocular con luz forense y luminol, encontraron dos focos de sangre en el salón de la casa.

Con esas pruebas y la sospecha de que Ingrid y Lodewijk habían muerto en esa vivienda, los agentes ordenaron la detención en Valencia de Juan Cuenca. El ex director deportivo confesó donde estaban enterrados los cuerpos, en un huerto de una finca de Alquerías. Hallados los restos, ordenaron la detención de los sicarios, a tiempo de evitar su huida.

La policía sigue investigando los oscuros motivos que tenía el exdirectivo para contratar a unos sicarios y presenciar impasible el asesinato a sangre fría del matrimonio. De momento la policía sólo ha desvelado que el móvil del crimen es un “negocio” que salió mal.