El caso de Javier Ardines está bajo secreto de sumario. Solo ha trascendido que murió de varios golpes fuertes en la cabeza cerca de su casa. Los investigadores de la UCO centran sus pesquisas en los empleados del Ayuntamiento de Llanes, Asturias, donde era concejal de Medio Ambiente.
Algunos medios regionales apuntan a que Ardines había tenido problemas con algunos empleados del Consistorio. De hecho, los pescadores de LLanes, compañeros de profesión del concejal que trabajaba porque había renunciado a su sueldo municipal, ya dijeron hace días que en el mundo del mar no miraran, que mejor lo hicieran en la política.
Mientras tanto, en el Ayuntamiento de Llanes sostienen que siguen funcionando con total normalidad, según publica La Nueva España.
Hasta ahora de la investigación judicial solo ha trascendido que Ardines debió bajar para algo de su vehículo, que dejó en marcha. Puede que incluso le tendieran una trampa. Su cadáver estaba aún muy cerca de su casa y solo 70 metros del vehículo. La zona en la que ocurrió todo está aislada y por ahí solo pasan los vecinos que viven cerca.
Catorce días después de que Ardines fuera asesinado, los investigadores continúan con las pesquisas para encontrar el arma, un objeto contundente con la que lo golpearon mortalmente. Han obtenido muestras biológicas de las manos de la víctima, que se defendió de sus agresores, no menos de dos, porque Ardines era corpulento.
También se analizan los datos de telefonía de los móviles que estuvieron por la zona. El alcalde pide colaboración ciudadana.