Los padres de Julen, juntos en el dolor, no pierden la esperanza

telecinco.es 16/01/2019 15:25

"Estoy viendo un poco de luz, sé que hay un ángel que le va a ayudar desde el cielo". Han sido las palabras de José, un hombre roto, que daba la cara ante la prensa después de horas y horas de espera. Y las que le quedan. Lo hacía acompañado de la Guardia Civil, lo hacía casi como para pedir perdón porque horas antes había clamado por los escasos medios y ayudas para encontrar a su pequeño Y lo hacía también para dejar claro que su hijo, pese a los rumores, estaba en ese pozo. El análisis de un pelo le daba la razón, aunque él no necesitaba más prueba que sus manos destrozadas en el intento de escarbar para rescatar a su hijo instantes después de verle caer. Porque José no olvidará nunca esos instantes en los que corrió cuando vio que su pequeño caía en el pozo y le tocó los dedos pero no llegó a tiempo. Por segundos.

Llega José en un coche de la Guardia Civil, suspira, mueve la cabeza, intenta centrarse. Da las gracias a todos, y reconoce su esfuerzo. "Parece que llevamos aquí meses, eternos, mi mujer está rota, estamos muertos".

Ahora lleva tres días junto a su mujer pegado a ese pozo. La madre del pequeño solo ha podido abrazarse a su madre una vez, el momento en el que han ido a casa a asearse, casi a regañadientes, como reconocen sus íntimos. Ahí, en la casa, junto a la puerta está la imagen de la ausencia, la de un triciclo que espera a su dueño, a Julen y que nadie quiere tocar. Porque todos tienen fe, los padres y la abuela, creen que hay un ángel en el cielo que va a convertir a Julen en el niño milagro. Y mientras, el apoyo de todos y de Juan José Cortés que ya sabe lo que es sufrir un calvario. No hay imagen que demuestre más el dolor y el amor que la de esos padres unidos en la desgracia y en la esperanza. La de esa imagen. Porque un José al límite dejó a la prensa con sus micrófonos y después de un esfuerzo sobrehumano se abrazó a su mujer.