Silvia lleva en prisión desde mediados de septiembre cuando confesó que había dado a luz a su bebé sola en su casa y tras matarlo lo había tirado a la basura. Entonces exculpó a su ya exnovio. Ahora ha cambiado de versión: dice que él se llevó al niño para dárselo a alguien. Según su nuevo testimonio, cuando él supo que estaba embarazada le dijo que abortara o se deshiciera del bebé.
Giro en el caso del bebé hallado en una mochila en un contenedor de basura de Gijón el pasado agosto. Desde el 21 de septiembre la madre del bebé está en prisión. Cuando fue detenida dijo que nadie de su entorno, ni su novio, sabía que estaba embarazada. Según ella, tuvo al bebé sola en su casa mientras su pareja trabajaba y se deshizo de él.
Sin embargo, tras un mes en la cárcel, Silvia ha dado una nueva versión de los hechos. Acusa a su pareja de deshacerse del bebé, un recién nacido que murió cosido a puñaladas y al que alguien tiró metido en una mochila en un contenedor frente a la casa de la pareja.
Según la nueva versión de la mujer, su ya exnovio no quería tener ese hijo. Ella ha contado que cuando supo que estaba embarazada, le dijo que abortara o se deshiciera del bebé. Silvia, profesora en paro, asegura que mantuvo el embarazo en secreto. Nadie del entorno de la pareja supo del embarazo, ni siquiera la familia.
Tuvo al bebé en casa y se lo dio a su pareja, según su nuevo testimonio, para que se lo diera a alguien. Dice que ella ni lo mató, ni lo tiró al contenedor.
Ante este giro inesperado del caso, cuenta el diario El Comercio, que la jueza del caso, que ya ha levantado el secreto del sumario, les ha sometido a un careo. Silvia ha mantenido esta última versión. Su expareja, que acude a firmar a los juzgados a diario, ha insistido que él nunca supo que estaba embarazada.