Una madre se hizo pasar por su hija de 13 años por el móvil para desenmascarar a un vecino que le enviaba mensajes de carácter sexual. La mujer, que respondía a los mensajes sin incitar al desarrollo de la conversación, denunció los hechos. El juez consideró que no había delito sexual al no manejar la menor el móvil. Ahora, la progenitora ha presentado un recurso.
El vecino, que contactó con la menor a través de Instagram el 9 de junio, le preguntó a la menor si alguien controlaba su teléfono móvil. Algo que le pareció raro a la adolescente, quien le comentó a su madre la conversación. Desde ese momento, la mujer, llevándose por su instinto maternal, decidió proteger a su hija haciéndose cargo de su móvil.
La progenitora respondió durante una semana los mensajes del hombre, que le preguntó en varias ocasiones si estaba sola en casa mientras le enviaba mensajes de contenido sexual, sin incitar el desarrollo de la conversación. En uno de los chats el hombre le llegó a proponer intercambiarse fotos de carácter sexual para, acto seguido, enviarle fotos de su pene. La mujer denunció los hechos.
A pesar de que el hombre reconoció haber tenido conversaciones de contenido sexual y enviado archivos de ese carácter, un juez determinó que no se había producido delito sexual tras tomarle declaración a la menor y verificar que no había sido ella la que había respondido a sus mensajes.
La familia ha presentado un recurso.