Marc no puede evitar llorar al recordar la labor de los médicos para seguir vivo, por eso cuando recuerda su batalla contra el covid se emociona, o al rememorar los aplausos que de ellos recibió cuando abandonó el hospital, pero la travesía hacia la recuperación sigue siendo larga. Su heroísmo es evidente y debe ser un ejemplo para los que no se toman el covid en serio, porque Marc no se contagió en una fiesta ilegal, ni en una celebración de un título deportivo, ni en una terraza tomando copas.
Se contagió cuando trasladaba pacientes COVID en una ambulancia. Pasó muchos meses hospitalizado. Ahora se recupera muy lentamente en su casa. No llevaba ningún tipo de protección durante la primera ola y desbordados. "No nos daban epis, era una bomba eso". Treinta traslados al día. Ahora recuerda con dificultades aún para poder hablar - le cuesta respirar aún- que salir del hospital fue para él como volver a nacer. Nada menos que 90 días hospitalizado y 30 en la UCI. Se frase es demoledora al recordar lo ocurrido. "Yo ya sabía el pronóstico y era la muerte, por desgracia. Yo le dije a una enfermera, adiós.
Mercedes y Fernando también forman parte de las más de 300.000 personas que han sido hospitalizadas por COVID. Un año después de su alta, recuerdan emocionados el momento en el que llegaron a su vivienda. Hace unos días, los vacunaron.