Una supervisión a 83 establecimientos del ministerio de Salud, en diez regiones del país, realizada entre abril y agosto del año pasado, reveló que 67 por ciento de estos centros tenía problemas de desabastecimiento del Tratamiento Anti-Retroviral de Gran Actividad (TARGA) para adultos y en más del 50 por ciento para el caso de niños.
"La consecuencia que genera la interrupción del TARGA es que la enfermedad se vuelve más resistente y demanda medicamentos que, además de ser más agresivos, resultan bastante más costosos", señaló la Defensoría en su informe.
El costo aproximado del TARGA, asumido por el Estado peruano, es de 229 dólares al año, pero el gasto sube a 2.256 dólares anuales en el tratamiento de rescate cuando la enfermedad se vuelve más resistente.
Desde 1983, año en que se diagnosticó el primer caso de sida en Perú, hasta diciembre de 2008 se han registrado 22.726 enfermos con ese mal y además 33.519 tienen el virus del VIH, según cifras oficiales.
La ciudad con el mayor número de casos de sida es Lima, la capital peruana, con 15.014 pacientes confirmados, seguida por el Callao, con 1.660.
Un 97 por ciento de los casos fue contagiado por la vía sexual y el grupo mayoritario de edad es el comprendido entre los 25 y 34 años.
La supervisión de los centros de salud permitió conocer también que en más del 50 por ciento de los locales se realizan cobros por las pruebas de diagnóstico del VIH/sida, que son oficialmente gratuitas.
También permitió conocer que el 83 por ciento de lugares están desabastecidos de los medicamentos para la terapia anti-retroviral para embarazadas usados para prevenir el contagio en los recién nacidos.
En tal sentido, la Defensoría del Pueblo instó al ministerio peruano a redoblar esfuerzos para garantizar el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el sida.
Igualmente, reclamó implementar acciones dirigidas a erradicar toda práctica discriminatoria en el ámbito de la salud.