En 2012, 1.000 personas fallecieron a causa de un melanoma, y se detectaron 5.000 nuevos casos. El melanoma es el cáncer de piel menos frecuente, pero también el más agresivo. Por eso es fundamental el diagnóstico precoz. Tienen especial riesgo las personas que han recibido mucha radiación solar en su juventud, o han utilizado cabinas de bronceado, y las que tienen múltiples lunares. Pero todos debemos estar atentos y acudir al dermatólogo si vemos algo sospechoso. El desequilibrio entre la cantidad de sol que una piel puede aguantar y la que recibe es la que hace que aumente el riesgo de cáncer cutáneo. Lo mejor es evitar la exposición al sol, especialmente en las horas centrales del día. Y cuando sea inevitable, debemos protegernos usando ropa adecuada y protectores solares. Siguiendo estos consejos, podremos disfrutar de forma saludable de todos los placeres que nos ofrece el verano.