El abuelo del joven muerto por el kamikaze de la M-50 fallece atrapado en un contenedor de basura en Madrid

  • El hombre sufrió un infarto al intentar salir

  • Es el abuelo del joven víctima del kamikaze de la M-50

La familia parece estar maldita. El abuelo del joven muerto a manos de un kamikaze en la M-50 ha fallecido de la manera más dramática e inusual.

Victor solo tenía 20 años estudiaba, quería ser policía, pero para pagarse sus gastos decidió buscarse un trabajo de fin de semana. Era su tercer día en un centro comercial a 15 minutos en coche de su casa. Y entonces la tragedia. Evitable. No llegó a casa porque se cruzó con este otro joven, borracho.... que dio la vuelta en mitad de la carretera.

Pero ahora el drama de la familia es con su abuelo. No podía imaginar su mujer que cuando su marido de 79 bajó a comprobar si había tirado la basura al contenedor adecuado ya no lo vería más. Y es que un vecino madrileño de Vicálvaro murió el pasado fin de semana cuando quedó atrapado bocabajo en el contenedor naranja. Lo ha desvelado el programa Ya es Mediodía.

El hombre tiró la basura el pasado sábado por la noche. Al poco de regresar a su casa le dijo a su mujer que bajaba de nuevo porque no estaba seguro de que hubiera tirado la basura al contenedor correspondiente. Así, sobre las once de la noche se asomó al contenedor naranja buscando lo que acababa de tirar. Con tal mala suerte que quedó atrapado en el contenedor naranja con las piernas hacia arriba.

El hombre, de 79 años, intentó salir del contenedor pero tenía medio cuerpo atrapado bocabajo con las piernas al aire, según fuentes policiales. En el esfuerzo de salir sufrió un infarto. La autopsia ha determinado que murió por causas naturales.

Fue la familia quien avisó cuando a las dos horas de no regresar a casa, bajaron a la calle y descubrieron la triste escena. Tuvo mala suerte el hombre que en el momento de quedar atrapado nadie pasó por la calle para que pudiera ayudarle.

Josefa, su viuda, ha desvelado al programa de Telecinco Ya es Mediodía que se despertó a las 3 de la mañana y, sin saber muy bien por qué, subió la persiana. Entonces vio a un dispositivo de policía en el portal de su edificio y se enteró de la tragedia. Así nos lo ha contado ella misma: “Menos mal que vi a la policía, se lo iban a llevar porque creían que era un mendigo, ya que no llevaba su identificación”. El drama, está claro, persigue a esta familia.