Menos de treinta años, pasaporte marroquí, y un billete de cien euros junto a su documentación en una bolsa impermeable. Este hombre, y al menos otros dos tripulantes, han afrontado esta noche el temporal que barría el Estrecho para llevar su cargamento de hachís hasta las playas de Zahara de los Atunes. Pero algo ha fallado. La narcolancha, de poco más de seis metros y con un motor de tan solo 40 caballos, ha volcado. Y el marroquí ha muerto ahogado.
Su cadáver lo ha encontrado la Guardia Civil, que a eso de las nueve de la mañana recibía el aviso del naufragio de los narcos. Cuando han llegado, han encontrado a otro de los tripulantes herido de gravedad y lo han derivado a un centro hospitalario. El tercero ha sido detenido.
Del hachís casi ni rastro, porque con temporal la playa se llena de busquimanos, jóvenes sin trabajo que saben que una mañana como esta, con vientos de más de noventa kilómetros por hora, puede ofrecer sorpresas. Han sido ellos los que han roto los fardos que aún flotaban desechos en el agua cuando han llegado las fuerzas de seguridad, sustrayendo su contenido.
Luego, mientras la Guardia Civil esperaba la llegada del forense para el levantamiento del cadáver, observaban desde un montículo próximo. Bajo la embarcación se ha podido recuperar un fardo de hachís. Puede que otros aparezcan a lo largo del día. Por si es así, los busquimanos han vuelto a patearse la playa, en cuanto se han ido las fuerzas del orden.