Alexis, un niño de cuatro años que vivía junto con su familia en Yucatán, México, ha fallecido electrocutado al morder un cable que estaba conectado a un suministro de energía y recibir una descarga eléctrica que acabó con su vida, según La República.
El pequeño volvió a casa del colegio y mientras su madre realizaba las tareas del hogar, el niño comenzó a jugar con los cables cuando se produjo el fatídico accidente. A pesar de los intentos de la madre, que acudió de inmediato hacia el menor cuando vio que le había dado una descarga eléctrica, el niño murió en el acto.
No es la primera vez que la tragedia sacude a esta familia, que ya habían perdido a otro hijo de solo 1 año al caer a una fosa séptica de la zona. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación al tratarse de dos muertes de menores en muy poco tiempo en la misma familia.