Una mujer de 22 años está acusada de asesinar a sus tres hijos en Phoenix (Arizona, EEUU) asfixiándoles uno por uno mientras les cantaba una nana. Un familiar asegura que Rachel Henry estaba bajo el efecto de las drogas mientras llevó a cabo los asesinatos.
Los hechos ocurrieron en enero de este año, pero Henry fue arrestada el lunes bajo sospecha de asesinato en primer grado después de que la policía informara de que había admitido que mató a sus tres hijos menores de 4 años.
Presuntamente la mujer sofocó a los tres niños uno por uno antes de alinear sus cuerpos en el sofá. Sin embargo, no supo dar un posible motivo para el brutal asesinato. En un vídeo que obra en poder judicial, Rachl confiesa que asesinó a Zane, de tres años, a Mireya, de un año, y a Catalaya, de siete meses, sin saber lo que hacía.
Además, culpa a su familia por no prestarle atención suficiente a los comentarios en los que ella misma había dicho que no se encontraba bien en cuanto a su salud mental. Según las autoridades, el clip dura aproximadamente seis minutos y en él la madre pide a sus familiares que no la dejen sola en el proceso.
Rachel se encuentra en prisión mientras espera ser enjuiciada por los tres cargos de asesinato en primer grado del cual se declara inocente y por el cual verá al juez antes de que termine el mes.
Según la acusación, la mujer decidió matar a sus hijos cuando su esposo no se encontraba en casa y Zane, el más grande de los pequeños, trató de evitar que Henry acabara con la vida de su hermana Mireya. Poco después, la madre llevó al niño a otra habitación, jugó un poco con él y después le colocó la mano sobre la boca y la nariz a fin de evitar que siguiera respirando.
Finalmente, le dio su biberón a Catalaya hasta que se quedó dormida. Después le puso la mano encima de la cara hasta que la asfixió.